Stanley
New Member
Se trata del agunos escritos que hice hace un par de años, tratando de fusionar mis ideas, experiencias, historias de terceros, y trozos de canciones que se acoplaban al sentimiento de ese entonces. espero que les guste y de su opinion.
Hago saber que no puedo estar al margen de todas las cosas para escribir un tema en especifico sino que me dejo llevar por el bombardeo de información de situaciones de la vida, de musica, de libros y predicaciones de distintos autores para relacionarlo con mi diario de vida. No tengo tanta inventiva como para inventar tantas cosas por eso tomo este tipo de cosas para luego convertirlas en lo que escribo... siempre con el miedo de que me encuentren desnudo a la luz de lo que les comunico.
Otra mujer me roba la mirada y me hipnotiza, aturde mis sentidos, me quita el sueño y el pensamiento, me arranca los suspiros y me nubla el entendimiento. La que pone el canto en mi boca y pinta el día de mil colores. La que me desconcentra y se me olvida la vida amándola. La que te apaga el foco y te vuelve un loco adictivo al amor, un romántico apasionado, un soñador... Ella, jamás será modelo de televisión pero cautiva mi corazón, es una luz que no se apaga, la muy discreta, la que prefiere una biblioteca a una discoteca, la de belleza natural con sus kilos de más, mejillas rosadas, piel blanca y un rostro angelical. Con cada detalle me mata porque mi voz y me espíritu se agita, aumentan los latidos cuando presiento saber lo que se puede encontrar bajo esa risa feliz al estar frente a mí.
Andar con ella es apagar la pasión y encender el corazón, mas que un compromiso es una decisión. Tengo que andar muy atento para no perderme ningún detalle de ella como observar su sonrisa, como se mueve su cabello con la brisa... cada paso que da, su tono al hablar, su manera de llorar, su forma de cantar, el gesto que pone cuando se enoja o lo bella que se ve cuando se sonroja, su respirar cuando toma una siesta y la cara que pone cuando se despierta.
Ella es con la que quiero envejecer, la que me dolería perder, con la que estrenaría la luz por siempre y para siempre cada amanecer. Ella se llama: “Ya tengo pareja”, “Llegaste tarde”, “Te quiero solo como amigo”, “Me voy a vivir a otro país”, “Soy demasiado para ti”, “Las tinieblas no se mezclan con la luz”, “¿Tienes auto?... entonces no”, “No eres de mi nivel”, “Mis padres no me dejan tener novio aún”, “No eres mi tipo”, “No le caes bien a mis padres”, "Estás loco", "¿Contigo?... jamás", "No".
Nunca fue mala mi intención, quise esmerarme un poco más para captar su atención, ser algo atento y dedicarle un poema, un detalle o mis intentos de canción. Tener la sutileza de conocerla y saber quién es, llenarle el buzón de caricias de papel y decirle lo bella que es entre las demás mujeres, pero tal vez mi forma de amar no tiene sentido para ella. Quizá deba poner el corazón en la nevera para ser la piedra que antes era, envolverlo cuidadosamente en pasatiempos y pequeños lujos evitando todo enredo, asegurándolo en el cofre de mi egoísmo sin dárselo a nadie, ni siquiera a mi perro. Dejar atrás esta ilusión y conformarme con mirarla por la ventana de mis miedos y complejos que inundan mi razón... a los que nos gana muchas veces la timidez no nos queda otra que imaginar lo que otros pudieron tener. Una vez más soy el cero a su izquierda, el tonto que junta su corazón, el que calienta el banco de suplentes, el enemigo de sus padres y amigo de su amiga. El invisible soy yo.
Hago saber que no puedo estar al margen de todas las cosas para escribir un tema en especifico sino que me dejo llevar por el bombardeo de información de situaciones de la vida, de musica, de libros y predicaciones de distintos autores para relacionarlo con mi diario de vida. No tengo tanta inventiva como para inventar tantas cosas por eso tomo este tipo de cosas para luego convertirlas en lo que escribo... siempre con el miedo de que me encuentren desnudo a la luz de lo que les comunico.
Excusas 1
Otra mujer me roba la mirada y me hipnotiza, aturde mis sentidos, me quita el sueño y el pensamiento, me arranca los suspiros y me nubla el entendimiento. La que pone el canto en mi boca y pinta el día de mil colores. La que me desconcentra y se me olvida la vida amándola. La que te apaga el foco y te vuelve un loco adictivo al amor, un romántico apasionado, un soñador... Ella, jamás será modelo de televisión pero cautiva mi corazón, es una luz que no se apaga, la muy discreta, la que prefiere una biblioteca a una discoteca, la de belleza natural con sus kilos de más, mejillas rosadas, piel blanca y un rostro angelical. Con cada detalle me mata porque mi voz y me espíritu se agita, aumentan los latidos cuando presiento saber lo que se puede encontrar bajo esa risa feliz al estar frente a mí.
Andar con ella es apagar la pasión y encender el corazón, mas que un compromiso es una decisión. Tengo que andar muy atento para no perderme ningún detalle de ella como observar su sonrisa, como se mueve su cabello con la brisa... cada paso que da, su tono al hablar, su manera de llorar, su forma de cantar, el gesto que pone cuando se enoja o lo bella que se ve cuando se sonroja, su respirar cuando toma una siesta y la cara que pone cuando se despierta.
Ella es con la que quiero envejecer, la que me dolería perder, con la que estrenaría la luz por siempre y para siempre cada amanecer. Ella se llama: “Ya tengo pareja”, “Llegaste tarde”, “Te quiero solo como amigo”, “Me voy a vivir a otro país”, “Soy demasiado para ti”, “Las tinieblas no se mezclan con la luz”, “¿Tienes auto?... entonces no”, “No eres de mi nivel”, “Mis padres no me dejan tener novio aún”, “No eres mi tipo”, “No le caes bien a mis padres”, "Estás loco", "¿Contigo?... jamás", "No".
Nunca fue mala mi intención, quise esmerarme un poco más para captar su atención, ser algo atento y dedicarle un poema, un detalle o mis intentos de canción. Tener la sutileza de conocerla y saber quién es, llenarle el buzón de caricias de papel y decirle lo bella que es entre las demás mujeres, pero tal vez mi forma de amar no tiene sentido para ella. Quizá deba poner el corazón en la nevera para ser la piedra que antes era, envolverlo cuidadosamente en pasatiempos y pequeños lujos evitando todo enredo, asegurándolo en el cofre de mi egoísmo sin dárselo a nadie, ni siquiera a mi perro. Dejar atrás esta ilusión y conformarme con mirarla por la ventana de mis miedos y complejos que inundan mi razón... a los que nos gana muchas veces la timidez no nos queda otra que imaginar lo que otros pudieron tener. Una vez más soy el cero a su izquierda, el tonto que junta su corazón, el que calienta el banco de suplentes, el enemigo de sus padres y amigo de su amiga. El invisible soy yo.
Última modificación: